Tapa de sardinas fritas

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Las sardinas fritas son una de las tapas más tradicionales y queridas de la gastronomía andaluza. Crujientes por fuera, jugosas por dentro y con ese sabor a mar tan característico, esta tapa es perfecta para compartir en cualquier ocasión. Acompañadas de una cerveza bien fría o una copa de vino blanco, las sardinas fritas son el alma de muchas reuniones familiares y tapeos entre amigos.

En esta receta te enseñamos cómo preparar una auténtica tapa de sardinas fritas, con todos los trucos para que te queden doradas, ligeras y sin exceso de grasa. ¡Sigue leyendo y descubre cómo freírlas como en los mejores bares del sur!

Índice

Ingredientes para hacer sardinas fritas

  • Sardinas frescas (la cantidad depende de los comensales)
  • Sal al gusto
  • Aceite de girasol (también puedes usar aceite de oliva suave)
  • Harina especial para freír pescado (o harina normal)

Cómo preparar sardinas fritas paso a paso

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Limpieza del pescado: Comienza limpiando bien las sardinas. Retira las escamas, las vísceras y la cabeza si lo prefieres. Una vez limpias, lávalas bajo agua fría y sécalas con papel absorbente. Añade sal al gusto y deja reposar durante al menos 30-60 minutos para que tomen sabor.

2

Preparar la fritura: Calienta abundante aceite de girasol en una sartén amplia. La temperatura debe ser media-alta, lo suficientemente caliente para que las sardinas fritas se doren rápido, pero sin quemarse. Mientras el aceite se calienta, enharina ligeramente las sardinas, sacudiéndolas para eliminar el exceso de harina.

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Freír las sardinas: Fríe las sardinas por tandas, evitando amontonarlas en la sartén. Cocina unos 2-3 minutos por cada lado hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite.

Consejos para unas sardinas fritas perfectas

  • Elige sardinas frescas, de tamaño mediano y de carne firme.
  • Usa harina especial para freír pescado, ya que ayuda a conseguir una textura más crujiente.
  • No pongas el fuego muy bajo, ya que las sardinas absorberán más aceite y quedarán blandas.
  • Sirve recién hechas, acompañadas de unas rodajas de limón o una ensalada fresca.
  • Si te gusta experimentar, puedes añadir un toque de ajo en polvo o perejil seco a la harina.

Conclusión

Las sardinas fritas son una tapa sencilla, económica y llena de sabor. Su preparación no tiene complicaciones, pero requiere mimo y atención al punto del aceite para que queden perfectas. Esta receta es ideal para quienes quieren disfrutar de un pedacito de Andalucía en casa. Si te animas a hacerlas, ¡cuéntanos cómo te han salido en los comentarios!

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